Pepe Ojeda protagoniza el “Pregón de vivencias” organizado por la Hermandad de Los Gitanos de Utrera

Utrera | Sociedad La Hermandad de Los Gitanos de Utrera ha celebrado el recuperado “Pregón de vivencias”, acto cofrade que, este año, ha estado a cargo de José Ojeda Vargas hermano de la Corporación de la Madrugá utrerana que transmitió sus vivencias, emociones y recuerdos vinculados a la cofradía.

Andrés Jiménez Jiménez, mayordomo de la hermandad, fue el encargado de presentar a Pepe Ojeda y ya con la presentación arrancó las primeras lágrimas emocionadas al pregonero.

Un pregón que quiso dedicar a aquellas personas que han hecho la historia de esta hermandad, comenzando por los cinco fundadores.

Solo lo que ha vivido en el seno de esta es lo que contó Pepe Ojeda cuyos primeros recuerdos se remontan al invierno de 1968 cuando caminaba de la mano de su tío Diego a casa de la costurera (Carmelita Reina) que estaba confeccionando las primeras capas a los nazarenos para hacerse su túnica para su primera salida cuando no se vestían los niños.

Todo no han sido momentos buenos los vividos por Pepe Ojeda en su hermandad por ello no quiso olvidarse de estas necesidades y “fatigas” que se han pasado cuando por no haber no había ni nazarenos, como él explicó.

Se remontó a 1980 al que catalogó su “peor momento”. Saliendo de Santa María de la Mesa por obras en Santiago, cuando antes de llegar al Ayuntamiento solo había 30 nazarenos lo que les obligó a reorganizar la cofradía.

Reoganización que pasó por despedir la banda que iba con el Cristo, poner a todos los nazarenos desde la Cruz de Guía hasta el paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, tras él la banda del palio y la Virgen de la Esperanza cerrando el cortejo.

El Pregón de vivencias de Pepe Ojeda, también, ha servido para conocer la historia de la Hermandad de Los Gitanos, como por ejemplo el cambio de hora en la salida de la cofradía debido a una sanción.

El entonces delegado de Hermandades y Cofradías, pretendía que durante tres años no procesionara cambiando el “castigo” programando su salida para las 5 de la mañana, pero gracias a la mediación de D. Miguel Román, párroco de Santa María de la Mesa y Arcipreste de la ciudad, se logró establecer esta a las 12 de la medianoche.

Los momentos finales Pepe Ojeda los dedicó a sus vivencias más personales y al Cristo de la Buena Muerte.

Posteriormente, se entabló una tertulia en la que participaron algunos de los asistentes que llenaron la casa hermandad, y que estuvo moderada por Antonio Vargas Matute y Ana Sánchez Sousa.

Cerró el acto el hermano mayor de la Hermandad de Los Gitanos, José Jiménez Loreto, que destacó la importancia de que personas como Pepe Ojeda “que durante todo tu vida has venido a servir a la Hermandad. Personas así han hecho lo que es ahora”.